La salud no debería ser un campo de batalla
En un ciclo que parece interminable, los pacientes que madrugan en busca de atención médica se ven una vez más enfrentados a la amarga realidad de hospitales cerrados por paros. La historia se repite, y en esta ocasión, el eco de las demandas de los trabajadores de la salud resuena en los corredores de los nosocomios de Santa Cruz. Las puertas cerradas y los avisos de huelga se han convertido en una constante que afecta a los más vulnerables: los pacientes que, con esperanzas depositadas en una consulta, se encuentran con la desazón de ver sus citas reprogramadas indefinidamente.
En lo que va del año, más de un mes y medio de paros han perturbado la atención en el sistema de salud pública. Este miércoles, los trabajadores cumplen su segundo día de un paro de 48 horas, al que se sumarán nuevas........
© El Deber
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