Finalmente, las actuales circunstancias han obligado al Gobierno a decir la verdad y a admitir que ha perdido capacidad financiera y operativa para garantizar el abastecimiento de hidrocarburos. Se acabaron las fútiles justificaciones de que un bloqueo en el sur del país provocaba un colapso en todo el territorio; que el abastecimiento era normal, pero que existía una sobredemanda por Navidad, Año Nuevo o carnavales, o que la dotación de carburantes era superior a los promedios de otros años. ¡Mentiras!

En las últimas 48 horas, primero la ministra de la Presidencia y posteriormente las autoridades del sector hidrocarburífero reconocieron que ya no hay dólares para comprar diésel y gasolina en el mercado internacional; por lo tanto, “sálvese quien pueda”; aunque no dejaron de culpar a la Asamblea Legislativa que ha frenado la aprobación de préstamos con fines específicos que, sin embargo,........

© El Deber