2024: a caminar sobre brasas ardientes
Vamos cerrando un año belicoso e intrascendente, en términos políticos. Un periodo marcado por un imprudente como adelantado juego y fuego pre electoral. El principal foco de disputa está vinculado con reyertas entre bandos del partido gobernante (MAS) que pasó de los inofensivos sillazos a la medición de fuerzas (congreso versus cabildo), la división cupular y cortesana entre evistas y arcistas, que desembocó en agresivas acciones judiciales, mediáticas o movilizaciones. Todo ese maremágnum ha provocado un impacto dañino sobre los órganos, entidades estatales y de la población que en su mayoría no tiene vela en ese entierro..
La disputa ingresará en este 2024 a su fase más encendida y en los siguientes meses se tendrá que dilucidar sobre quien es el candidato habilitado para alzar el puño y aparecer en la papeleta electoral 2025, con los colores de franjas azules, blancas, negras. Esta situación se definirá al calor de la hoguera encendida por el mismo MAS.
Pero eso no es todo. Parecería que se han ensañado, endosando para el 2024, actos estatales de difícil resolución. En primera instancia, se tendría que resolver la crisis del sistema judicial, determinando fecha y modalidad de elecciones, algo que parece improbable si consideramos que llegamos a esta situación luego de entuertos, maniobras y desacuerdos que derivaron en la cuestionada resolución de auto prorroga, en que incurrió el propio guardián de la........
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