Política exterior de Chile: más ideología y fragmentación
Juan Pablo Glasinovic Vernon es abogado
Han transcurrido dos años del actual gobierno y ya hemos pasado la mitad del mandato. Con motivo del primer año de esta administración hice un análisis. En síntesis, ese período fue caótico y hasta delirante, con grandes titulares como que se iba a implementar una política exterior turquesa, feminista y con énfasis en los Derechos Humanos, pero con un equipo de poca experiencia, mal afiatado y además permanentemente intervenido y desautorizado por los asesores del segundo piso de La Moneda y por el propio presidente. Bajo la tríada de la inexperiencia, voluntarismo e ideología, se pensó en refundar nuestra política exterior y, como en otros ámbitos, el choque con la realidad fue brutal.
Fue un año absolutamente perdido, no solamente porque no se hizo nada significativo, sino porque se retrocedió, especialmente en nuestra proyección en el Indo Pacífico. Se sucedieron una serie de bochornos (algunos groseros y pueriles) que deterioraron nuestra reputación como país confiable y consistente, además de enredarnos en algunas disputas, incluso con países con los cuales hemos tenido una tradicional buena relación.
Afortunadamente, la derrota de la propuesta constitucional el 4 de septiembre del 2022 significó un punto de inflexión en este derrotero y el presidente renovó completamente la cúpula de la cancillería, nombrando ministro a Alberto Van Klaveren, una persona de vasta trayectoria que incluye haber sido subsecretario con Bachelet y agente chileno en los litigios con Perú y Bolivia ante la Corte Internacional de Justicia.
Durante este segundo año se ha notado la experiencia de Van Klaveren, esta vez con un equipo de subsecretarias mucho más afiatado, y parecía que nuestra política exterior se reencauzaba hacia una dimensión de Estado.
Se ratificó el CPTPP (considerado hasta entonces por Apruebo Dignidad como “la encarnación del neoliberalismo” y respecto del cual el........
© El Dínamo
visit website