Mi anterior artículo sobre China – Entender más que Juzgar – generó algunos comentarios sobre no haber considerado el repudio que este país asiático genera en Occidente. Entiendo y acepto sus comentarios. Debí ser más claro de que, más allá de lo que conocemos y repudiamos sobre China como la violación de los derechos humanos, la falta de libre expresión, sus sistema dictatorial, entre otros – hay mucho más que no sabemos de ese país. China no es solamente “el elefante en la habitación”, sino que es el elefante en una cristalería. No podemos darnos el lujo de no conocer más sobre ese país porque China es el único país en el mundo que le puede hablar de “tú a tú” a EE.UU. a esa gran potencia global cuya influencia en el mundo ha sido sin igual. En general, EE.UU. todavía sigue siendo la superpotencia pero China le pisa los talones. Es más, en muchos factores, China lleva la delantera. ¿Cómo? ¿En qué? ¿Desde cuándo?

En la década de los 70 China adoptó el capitalismo como sistema económico y no ha desvariado en su intención de crecer y convertirse en un país poderoso siendo que contaba con la mayor población del mundo. El año 2001, China se hizo miembro de la Organización Mundial de Comercio que la obligaba a competir y abrir sus fronteras. China no........

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