La tortura de Maduro tiene acento cubano
El colapso de la democracia en Venezuela, la destrucción del 80% del PIB, el empobrecimiento del 90% de los venezolanos que viven en extrema pobreza, el exilio de ocho millones de ciudadanos y el secuestro del país por una jerarquía vinculada al narcotráfico no ocurrieron de la noche a la mañana. Podemos establecer su origen en un momento preciso y en un lugar muy concreto: el 13 de diciembre de 1994, en el aeropuerto José Martí de La Habana.
Ese día aterrizaba en La Habana un delgado teniente coronel venezolano. Se trataba de Hugo Chávez Frías, recién salido de prisión tras su intento de golpe de Estado en 1992 contra el presidente venezolano Carlos Andrés Pérez. Al pie de la escalerilla del avión le esperaba el comandante en jefe, Fidel Castro, en un gesto poco habitual para el mandatario cubano. Se fundieron en un emotivo abrazo, pasaron tres largas jornadas juntos y ahí sentaron las bases de una estrecha relación llamada a cambiar el mapa político de Iberoamérica.
Cuba vivía un contexto agónico. La caída del Muro de Berlín y el colapso de los aliados comunistas en Europa Oriental habían tenido como consecuencia el fin de los cuantiosos subsidios soviéticos. La Isla atravesaba el denominado "periodo especial", caracterizado por las estrecheces económicas y la crisis, además de la falta de libertades. El resultado fue un éxodo masivo. La desesperación era tal que miles de cubanos trataron de huir de cualquier forma. Ese mismo verano, 35.000 cubanos se echaron literalmente al mar a bordo de embarcaciones........
© El Confidencial
visit website