Llevo dos noches saliendo a la ventana para aplaudir despacio
Aplaudir despacio ha sido mi desahogo los últimos dos días. A-plau-dir-des-pa-cio a las ocho de la tarde, mirando fijamente al elemento institucional que me quedaba más cerca, y asintiendo, también, des-pa-cio. Es el aplauso lento, admirativo, de la ironía.
Tea-plau-do, querido Estado de las autonomías. Tea-plau-do, querido Mazón del Gobierno valenciano. Tea-plau-do, querido Pedro Sánchez, queridos ministros y ministras, queridos diputados. Te aplaudo a ti también, Feijóo, porque te has quitado las gafas sin hacerle daño a nadie. Y a ti, Abascal, y a Yolanda si la encontráis, haciendo gestos de gallina con la cabeza. Sois todos los mejores.
Obedecer al Gobierno y darnos todos un aplauso cuando sentimos, por la vibración de un vaso de agua como en Parque Jurásico, al Estado movilizarse con todo su músculo y velocidad vertiginosa, deslumbrador, brillando en las gafas de sol de Antón Losada, es nuestra obligación moral. Y como la institución pública que me quedaba más cerca de casa era un buzón de Correos, pues yo aplaudí muy despacio mirando al buzón.
Plas, plas… plas. Lo mismo podía haber aplaudido mirando a la oficina de la Agencia Tributaria o al ambulatorio que sólo tiene turno de mañana.
TE PUEDE INTERESAR Miles de personas se vuelcan para ayudar en Valencia en los pueblos de la DANA con los recursos del Estado al límite Víctor Romero. Sedaví (Valencia)Pedro Sánchez empezó con un “gracias” su comparecencia tras el Consejo de Ministros extraordinario del lunes. Aplaudí despacio porque era el primer Consejo de Ministros extraordinario dos semanas después de la catástrofe, y porque el presi tenía que irse a Bakú. Allí luchará para que no haya más danas subiendo impuestos a los pobres y lo mismo le pide al gobierno del país que deje de hacer limpiezas étnicas.
La primera semana tras la gota fría, lo único urgente y extraordinario fue calzar cortesanos en RTVE y no hubo Consejo hasta el martes siguiente. Que hubiera llovido un lunes, coño. Yo seguía aplaudiendo despacito, piano, pianissimo, plas, plas… plas. Avanzamos.
Opinión TE PUEDE INTERESAR Los siete pecados capitales en la gestión de la DANA Pablo PomboY lo mismo que aplaudí a su decisión urgente de fortalecer la neutralidad de RTVE colocando a gente como Angélica Rubio, aplaudí a su primer saludo en la comparecencia, que dedicó a los medios que luchan contra el bulo, es decir, contra el discurso crítico con el Gobierno, contra la falta de entusiasmo y unidad, plas… plas… plas.
En la pandemia salía la gente a aplaudir........© El Confidencial
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