La Corte Penal Internacional es inútil, pero debe existir
Ha merecido honores de portada la noticia de que la Corte Penal Internacional (CPI) ha decidido acusar a Netanyahu, primer ministro de Israel, de ser un criminal de guerra, imputación que parece destinada a quedar en nada, pues ya en el mes de abril de este mismo año Netanyahu dijo que Israel (que identifica con su persona) nunca aceptaría intentos de la CPI de socavar su derecho inherente a la autodefensa. Ni que decir tiene que en opinión del mismo personaje, todo lo que hace Israel es estricta reacción defensiva a los ataques de Hamas.
La cuestión relativa al problema de la acción (agresión aleve de Hamás) y la reacción defensiva de Israel en forma de masacre indiscriminada, y su desproporción tiene indiscutible importancia, pero el tema sobre el que quisiera llamar la atención es otro, bien distinto, pero muy preocupante: la impotencia de la CPI ante la tragedia, lo que paulatinamente empuja a ese organismo internacional hacia la inutilidad, que es lo peor que le puede suceder.
Teóricamente, la CPI pretende investigar y procesar a los responsables de delitos graves como el genocidio y los crímenes de guerra. Su objetivo es complementar a los tribunales nacionales, no reemplazarlos, pero solo puede actuar cuando los tribunales nacionales se han mostrado incapaces o no están dispuestos a juzgar un caso, y, sobre todo, depende de la cooperación de las autoridades de los Estados miembros para detener a los sospechosos, ya que no tiene una fuerza policial propia. Los Estados miembros están teóricamente obligados a detener a cualquier persona que se encuentre en su territorio y sobre la que pese una orden de arresto de la CPI. Falta añadir, que también pueden invocar argumentos para no hacerlo, como, por ejemplo, la inmunidad diplomática (hay antecedentes). No obstante, en el caso de Netanyahu, el Gobierno holandés ha declarado que cumplirá la decisión de la Corte Penal Internacional (CPI), y detendrá a Netanyahu y a su........
© El Confidencial
visit website