Desarrollo sostenible: el mayor beneficio por dólar invertido
Todos los países del mundo se enfrentan a una multitud de desafíos y deseos contrapuestos para el futuro. Idealmente, nos gustaría abordarlos todos. Pero la escasez de recursos hace que en la vida real debamos establecer prioridades.
Decir que algunas cosas son prioritarias es controvertido porque también significa decir que muchas otras no lo son. Por eso, muchos políticos evitan establecer prioridades explícitas y prefieren aparentar que pueden intentar hacerlo todo.
Globalmente, este enfoque se ha consolidado en los llamados Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. Se trata de promesas firmadas por los países para lograr casi literalmente todo lo bueno imaginable para el 2030. A lo largo de 169 prolijas metas, el mundo se ha comprometido erradicar la pobreza extrema y el hambre, acabar con el sida, la tuberculosis y la malaria, poner fin a las guerras, el cambio climático y la corrupción, mejorar la educación y la atención sanitaria, proteger la biodiversidad, reducir la inequidad, proporcionar empleo para todos e incluso promover el turismo sostenible y aumentar los parques urbanos para discapacitados.
Debido a la dificultad para priorizar estos objetivos, las organizaciones de desarrollo, los contribuyentes y los gobiernos han repartido el dinero entre todas estas áreas. En consecuencia, el mundo no está cumpliendo con cada una de sus promesas.
Afortunadamente, cada vez más gobiernos y organizaciones se están concentrando en lo que realmente podría funcionar entre tantas........
© El Comercio
visit website