Repelencias 527
28 de septiembre de 2024
Carlos Orozco Carrero
Lo que son las cosas de los viejos de antes, señores. Mi tío Melquiades, hombre de edad avanzada y de costumbres cerreras en cuanto a las maneras de vestir de los hombres en su época de crianza, tenía una casita desocupada que había comprado con mucho sacrificio para alquilarla y ayudarse algo con los gastos en el hogar. Y la tenía cerca de la suya, donde vivía con la vieja Pulquería y Carlitos, único hijo que los acompañaba en los trajines de vida. Una tarde, mientras descansaba en el pollo de su casa y en franca contemplación de la calle larga que se perdía de arriba abajo en el barrio céntrico, lo abordó un señor para preguntarle por el alquiler de la casita desocupada. –Yo con usted no hago negocios, caballero. -Ya la casa está habitada y no quiero hablar con usted. Carlitos miró a su padre con........
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