¿Por qué las mujeres siguen siendo lanzadas al acantilado de cristal?
Pilita Clark
El fin de semana pasado pasé una hora leyendo sobre los cinco políticos del Partido Conservador que han sido propuestos para reemplazar a su problemático líder, Rishi Sunak. Los favoritos varían, dependiendo de si consideras la opinión de una agencia de apuestas como Ladbrokes o a los favoritos de los comentaristas políticos veteranos de Westminster.
Pero sobresalen tres nombres: Kemi Badenoch, Penny Mordaunt y Suella Braverman.
Todas son mujeres, lo que plantea una pregunta en la que no había pensado desde hace mucho tiempo. Casi 20 años después de que se identificó por primera vez el llamado acantilado de cristal, ¿el problema sigue siendo tan grave como siempre? Hay indicios de que así es, lo cual dice mucho sobre una de las teorías más exasperantes y curiosas de la vida corporativa moderna.
“Es más probable que las mujeres rompan el techo de cristal y alcancen un puesto importante cuando las cosas van mal, la probabilidad de fracaso es mayor y los hombres no están interesados en asumir el cargo”.
El acantilado de cristal describe el fenómeno mediante el cual es más probable que las mujeres rompan el techo de cristal y alcancen un puesto importante durante períodos cuando las cosas van mal, la probabilidad de fracaso es mayor y los hombres no están interesados en asumir el cargo.
Primer caso: dirigir el partido Conservador dividido, rebelde e impopular del Reino........
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