Alfonso Vélez Jaramillo

La Corte Suprema de Justicia sigue dilatando la elección del Fiscal general de la nación, sin fundamentar el retraso y es muy visible el enfrentamiento contra el presidente Gustavo Petro.

Está dejando mal parada a la justicia colombiana y puso al conocimiento público cierto tufillo de presuntos intereses particulares y el incumplimiento de la ley, muy difícil de disimular.

Con innegable humor negro, se infiere que si el general Francisco de Paula Santander, resucitara, caería de nuevo fulminado.

El Hombre de las Leyes, horrorizado moriría de nuevo de ver que 203 años después de creada la República seguimos estancados y creándole dudas a la seguridad jurídica, por no decir que están poniéndole zancadillas.

Es innegable que están dejando en entredicho las bases de la democracia que soporta la administración de justicia.

Un agravante: Los propios magistrados de la Corte Suprema de Justicia y la Fiscalía, son los protagonistas de esta negativa situación.

Digo la Fiscalía, porque Francisco Barbosa, el Fiscal saliente, ubicó ese despacho al servicio de los mas oscuros intereses y se dedicó a perseguir, menos a investigar judicialmente, esto es visible y fastidioso, seguro lo veremos como candidato a la presidencia.

La Corte es la cabeza del poder judicial debe vigilar el cumplimiento de la ley y castigar a los infractores, no hacer política. Si queremos una justicia independiente debe retirársele la función de elegir funcionarios.

La Fiscalía general de la Nación, conoce la acción penal, instruye la investigación y si es pertinente presenta escrito de acusación de los delitos.

El abogado huilense William Alvis Pinzón, aclaró, que la fiscalía está en el Código penal dentro de la rama judicial, pero tiene origen en el ejecutivo, por cuya razón al presidente le corresponde presentar la terna, para que la Corte escoja el titular del despacho.

“Cuando la Corte Suprema elige fiscal general no está cumpliendo funciones judiciales sino administrativas de contenido electoral. No está emitiendo una sentencia judicial o resolviendo la situación jurídica de un procesado. Por tal razón, no se puede esgrimir el principio de autonomía e independencia judicial”, es muy claro el doctor Alvis.

El constitucionalista Rodrigo Uprimny Yepes, miembro del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la Organización de las Naciones Unidas​, señaló que “esta situación puso en evidencia el error del constituyente del 91, al otorgarle funciones electorales a las cortes, como participar en la selección de fiscal o procurador y agregó que es necesario suprimirlas o ajustarlas”.

Agregó el jurista, que las “Las funciones electorales minan la independencia y credibilidad de las cortes sin mejorar la escogencia de fiscales o procuradores. Sería entonces ideal apartar a las cortes de esas tareas”, porque están clientelizadas.

Desde 1.991 han sido elegidos 9 fiscales generales de la nación, con Gustavo de Greiff, a quien la Corte duró solo 15 días para elegirlo, Alfonso Valdivieso elegido en 20 días, Luis Camilo Osorio 34 días, Mario Iguarán 12 días, Vivian Morales 29 días, Luis Eduardo Montealegre solo 9 días, Néstor Humberto Martínez 82 días y Francisco Barbosa 58 Días, y ahora llevamos 160 días, sin que se elija nuevo fiscal, que si nada extraño ocurre va a ser una mujer. La ley es clara, la mitad más uno.

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La justicia entre la espada y la pared

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29.02.2024

Alfonso Vélez Jaramillo

La Corte Suprema de Justicia sigue dilatando la elección del Fiscal general de la nación, sin fundamentar el retraso y es muy visible el enfrentamiento contra el presidente Gustavo Petro.

Está dejando mal parada a la justicia colombiana y puso al conocimiento público cierto tufillo de presuntos intereses particulares y el incumplimiento de la ley, muy difícil de disimular.

Con innegable humor negro, se infiere que si el general Francisco de Paula Santander, resucitara, caería de nuevo fulminado.

El Hombre de las Leyes, horrorizado moriría de nuevo de ver que 203 años después de creada la República seguimos estancados y creándole dudas a la seguridad jurídica, por no decir que están poniéndole zancadillas.

Es innegable que están dejando en entredicho las bases de la democracia que soporta la........

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