Unos Presupuestos para que nada cambie (y 2)
En un primer artículo analicé cómo quedaban los ingresos en el Presupuesto de Canarias para 2025, destacando que las medidas fiscales en lugar de contribuir a reducir las desigualdades, favorecen claramente a los que disponen de rentas más altas, actuaciones muy propias de los modelos ayusistas y trumpistas. Entraré en esta ocasión en el capítulo de gastos, fuertemente condicionado por los ingresos, pero determinados por la orientación conservadora y las prioridades del Ejecutivo, configurando unos Presupuestos que no favorecerán la imprescindible transformación económica, social y medioambiental de Canarias.
Las partidas que suponen una apuesta por el futuro, por el desarrollo a medio plazo, por el fomento del capital humano y el conocimiento, contribuyendo a la diversificación económica, son maltratadas. Es el caso de la educación pública, la I D i, las universidades y las inversiones. Mientras que el gasto total en estos dos presupuestos aumenta un 14,7% (1.497,3 millones), estas cuatro partidas aumentan porcentualmente la mitad o menos, o incluso se reducen en términos absolutos, como es el caso de los créditos para I D i.
Educación crece el próximo año en 60,4 millones de euros, dedicados casi íntegramente a pagar los obligados incrementos en las nóminas. Se vuelve a incumplir la Ley Canaria de Educación que obliga a invertir al menos un 5% de la riqueza. Del Pacto de Progreso heredaron una inversión del PIB del 4,62%. En las cuentas públicas para 2024 el Ejecutivo CC-PP lo redujo al 4,2% y en las de 2025 se rebaja aún más (4,02%).
Se cierra así una etapa, la de la anterior legislatura, de crecimiento continuo y sostenido de los recursos educativos, aumentando la inversión en ese periodo en más de 500 millones de euros, permitiendo así la convergencia progresiva hacia el 5%. Con una apuesta importante por la educación infantil 0-3 años,........
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