Narciso
Los ojos de hoy piensan poco. O no piensan. No tienen sosiego. Son ojos de cristal, frágiles, vacíos, inertes. Supongo que de mirarse tanto el ombligo, el hocico, las nalgas y las patas de gallo. Curvas y rectas. También atonta que te miren. Y mirar a la gente que está al otro lado de la pantalla. Soledad en medio de una realidad simulada que te posee (Matrix). Carencias, engaños, sueños que no existen. Primavera en el invierno terrenal desprovisto de milagros. Mal negocio.
No importa la garganta, el oído, la pituitaria, el tendón de Aquiles. Somos dos ojos y la prolongación. Mi felicidad en un rostro, en huellas sin alma. Cabezas huecas, huesos sin tuétano. La razón se estremece bajo la implacable peste del siglo XXI. El mundillo gira en torno a la pupila, al párpado y sus pestañas y legañas. Cataratas adiestradas en la apostura exhibicionista de barraca de feria, en contoneos de niñas y niños que quieren ser artistas en la falacia........
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