No es esto, no es esto
Como dijo Ortega, enfrentado al desastre cainita de la recién nacida II República española, “no es esto, no es esto”. No puede ser esto la democracia que nos hemos dado, cuando la vida institucional se ve desplazada y conturbada por acuerdos entre partidos que se realizan en la umbría política, lejos del alcance del conocimiento de los ciudadanos y la opinión pública. Hay algo que está mal y que va a peor conforme pasa el tiempo.
La negociación entre los partidos para conformar mayorías es consustancial con el sistema de libertades que nos hemos dado. Esas mayorías son legítimas y permiten cambiar incluso la realidad del ordenamiento jurídico elevado a su máxima expresión, que es la propia Constitución Española de 1978. Pero ese proceso ha de llevarse con cordura, con prudencia y buscando una amplitud de acuerdos y de apoyos que permitan que los cambios sean sólidos y estables para no entrar en una espiral de derogaciones conforme vayan ganando el Gobierno unas u otras tendencias políticas.
El espectáculo que hemos vivido en estos últimos días nos hace temer que el Gobierno de España se encuentra sostenido por algunas........
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