Canarias pagó el tributo más ultrajante de la historia
Cuando nos dicen que una comunidad autónoma, en pleno S. XXI, pretende una financiación singular atendidas no sé qué peculiaridades históricas y geográficas, que la hacen merecedora de un trato fiscal impropio de la época en que vivimos. Cuando, a pesar de haber sido uno de los dos territorios mejor tratados por los gobiernos nacionales en el último siglo pretende ahora que el resto de los compatriotas, trabajando como hormigas, le paguen las deudas contraídas a base de financiar con deuda pública su vida de cigarras, en estos casos, no hay mejor defensa para tanto argumento ignominioso para la inteligencia que poner sobre la mesa incontestables hechos históricos.
De las múltiples formas de abusos fiscales, no se me ocurre una más denigrante que la que gravó durante un siglo el comercio canario-americano. El llamado “tributo en sangre”, íntegramente sufragado........
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