Una mariposa que vuela
De pronto, la propuesta se despliega como una mariposa. La ciudad, esa selva inhóspita, es un lugar donde los niños tienen que aprender a moverse entre el caos. Desde la primera vez que sus pies tocan el suelo de la calle hasta el instante en que sus ojos descubren la danza infinita de los autobuses, las bicicletas, los automóviles, las motos y los caminantes pasa muy poco tiempo.
Y los niños, esos seres que no tienen poder sobre las ruedas del mundo, son los más invisibles de los viajeros urbanos. Viajan como sombras, en silencio, rodeados de cuerpos grandes que los miran de reojo, de........
© Deia
visit website