Me divierte imaginar el ambiente de esta mañana en los despacho de la Consejería de Cultura de la Comunidad de Madrid, como me divierte también imaginarme la cara que pondría Mariano de Paco Serrano, actual consejero de Cultura, Turismo y Deportes de la Comunidad, mientras escuchaba el lunes 1 de abril la intervención del escritor y editor Servando Rocha durante el acto de presentación del programa de la Noche de los Libros 2024. No se la pierdan, hagan el favor. No abundan por estos pagos los actos de valentía de esta naturaleza. Un auténtico acto de sabotaje realizado en las narices de los promotores de lo que ellos mismos califican como “evento literario por excelencia de la Comunidad de Madrid”.

La 19ª edición de la Noche de los Libros (como se llama la particular celebración que en Madrid se hace del Día Internacional del Libro, el 19 de abril) contará, según el programa presentado el lunes, con “530 actividades y la participación de más de 300 autores, 139 instituciones y espacios culturales, 127 librerías y 116 bibliotecas”. Las actividades incluyen “debates, conversaciones, conferencias, mesas redondas, actividades infantiles, concursos, recorridos literarios, talleres de música o teatro”. Este año, el lema escogido para amparar todo este tinglado es “Una casa para siempre”, y la temática sobre la que girarán la mayor parte de las actividades será, en palabras de Mariano de Paco, “los muchos hogares que habitamos: el planeta, la naturaleza, el cuerpo, nuestros pensamientos o la ciudad…”.

Sobrepongan ustedes ahora, por encima de toda esta cháchara, las palabras de Servando Rocha y admírense. Admírense de oírlo hablar de los “cuerpos libres, no reglados y de identidades escurridizas, sifilíticos, pobres, parias, LGTBI, rebeldes, quienes han construido el mejor de los Madriles” y pidiendo a quienes imponen el orden que les quiten “las manos de encima”. Óiganlo recordar que “esta edición de la Noche de los Libros tiene como tema central la casa”, y preguntar a continuación: “Pero, ¿de qué nos sirven los libros si no tenemos casa?”.

“Madrid es hoy una ciudad poblada de fantasmas porque qué son los fantasmas sino presencias que ya no están pero que sin embargo siguen estando ahí. No hay ningún misterio, los libros se fueron en las mudanzas obligatorias, en el terrorismo inmobiliario bendecido y tolerado por quienes gobiernan esta ciudad. Leer es siempre un acto clandestino que necesita de puertas y ventanas, de una manta, de una silla cómoda, de un balcón en el que soñar lo que los libros nos cuentan. Pero se nos llevaron la casa, y con esta los libros, el hogar, el barrio que ya no reconocemos, y nos condenan a ser fantasmas, espectros...”.

Rocha nos recuerda a los que concurrimos alegremente a toda clase de actos culturales la obligación moral de enterarse de quién patrocina esos actos

Para más inri, añadía Servando Rocha: “Hoy, en Madrid, el único género literario posible es un relato de terror. Las historias de fantasmas y casas que dejaron de estar encantadas. Y hay tantos fantasmas que ya son como un ejército. Yo tengo un número, los he contado: 7.291 ancianos y ancianas, nuestra gente, que murieron solos por los protocolos de la vergüenza. Los centenares de desahuciados y expulsados de sus casas, los que se quedaron sin una habitación propia, aquellos que esperan el deseo formulado por Virginia Woolf: ‘Yo escribo para no olvidar, para mantener viva la memoria’. Y no olvidaremos. Yo no olvidaré: no se salvaban en ningún sitio” (la transcripción completa del texto, aquí).

Aplausos para Servando Rocha, por su coraje.

Después de oír sus palabras, no quisiera contarme entre esos “más de 300 autores” que participarán este año en la Noche de los Libros. ¿Cómo concurrir a cualquiera de esas actividades programadas obviando una actuación así? ¿Se atreverá alguno a seguir el ejemplo?

Con su acto de sabotaje, Servando Rocha nos recuerda a todos los que –para ganarnos unos cuartos, para promocionar nuestros libros, para dejarnos ver– concurrimos alegremente a toda clase de actos culturales la obligación moral, casi siempre descuidada, de enterarse bien de quién patrocina esos actos, con qué fondos, bajo qué signo político. Nos recuerda que ni la cultura ni los libros son, como tantos pretenden, una fiesta, o sí, pero son también herramientas de resistencia y de combate, de interpelación y de reflexión crítica.

Su ejemplo es ineludible. Ojalá no pague un precio demasiado alto por su gesto. Y ojalá cunda.

QOSHE - Sabotaje - Ignacio Echevarría
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Sabotaje

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04.04.2024

Me divierte imaginar el ambiente de esta mañana en los despacho de la Consejería de Cultura de la Comunidad de Madrid, como me divierte también imaginarme la cara que pondría Mariano de Paco Serrano, actual consejero de Cultura, Turismo y Deportes de la Comunidad, mientras escuchaba el lunes 1 de abril la intervención del escritor y editor Servando Rocha durante el acto de presentación del programa de la Noche de los Libros 2024. No se la pierdan, hagan el favor. No abundan por estos pagos los actos de valentía de esta naturaleza. Un auténtico acto de sabotaje realizado en las narices de los promotores de lo que ellos mismos califican como “evento literario por excelencia de la Comunidad de Madrid”.

La 19ª edición de la Noche de los Libros (como se llama la particular celebración que en Madrid se hace del Día Internacional del Libro, el 19 de abril) contará, según el programa presentado el lunes, con “530 actividades y la participación de más de 300 autores, 139 instituciones y espacios culturales, 127 librerías y 116 bibliotecas”. Las actividades incluyen “debates, conversaciones, conferencias,........

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