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Isla Ardilla

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27.08.2024

Una de las novelas más apasionantes que he leído este verano bajo la sombrilla ha sido el grupo de Telegram de Alvise. La recomiendo sin dudarlo. Imaginen la trastienda de El Club de la Lucha. Imaginen las escenas descartadas de la peli de David Fincher en las que, antes de liarse a hostias, el grupo de tíos enfurecidos con el mundo se citan en la barra de un bar y calientan el ambiente mediante una terapia intensiva de insultos y amenazas contra todo lo que se menea. No importa si ese algo se menea de verdad o si no se mueve porque no existe. Eso, a la española y entendido como forma de vida, es la esencia pura del movimiento político llamado Alvise y las ardillas.

En uno de mis capítulos favoritos, El Profeta planteó la necesidad de organizarse para cuando Pedro Sánchez decidiese decretar, por segunda vez, la imposición de mascarilla y confinamiento del Planeta Tierra. En este caso, con la excusa de la viruela del mono. Cuando tal cosa suceda –escenario pelín complicado si tenemos en cuenta que la viruela no se contagia por vía aérea– en el chat estarán más que preparados. Además de rechazar el bozal y negarse a ser encarcelados en sus propias casas, estos soldados de la libertad conformarán un ejército de resistencia. Con Alvise como Generalísimo Por La Gracia De Dios, los miembros del grupo de Telegram se organizarán según sus localidades para enfrentarse a la policía del sistema opresor y, si fuese necesario, para sabotear infraestructuras críticas, como proponía un miembro del Club que consiguió un estupendo ratio de reacciones entusiastas a favor de su idea. Cuando nos quieren quitar la libertad, ejercer la resistencia es un derecho legítimo, arengaba Alvise a las tropas que miran un móvil al tiempo que la OMS, organización tan criminal como aburrida, explicaba que con evitar contactos íntimos si te salen granitos rojos, ya estaría.

Además de encarcelar a los políticos y periodistas mercenarios a sueldo de las élites globalistas que nos ocultan La VerdadTM –lo de meter a todo el mundo en la cárcel es un clásico en este chat como lo es Satisfaction en los conciertos de los Rolling– la posibilidad de ejecutar a todos Los TraidoresTM también sería una medida factible. La propuesta sugerida por varios usuarios es bien recibida entre los soldados del chat, así que toca organizarse. Uno, encargándose de la logística, propone instalar cadalsos en cada ciudad o población, tarimas de madera sobre las que poder aplicar justicia divina. Pero la viruela del mono no se transmite por vía aérea, dice de repente un........

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