Hemos pasado a la acción
Querida suscriptora, querido suscriptor:
Han sido años de ver cómo nuestra sociedad se iba pudriendo sin poder hacer nada para evitarlo. Los discursos de odio comenzaron con la ultraderecha señalando lo que llamaban chiringuitos y el resto llamábamos asociaciones de mujeres maltratadas, asociaciones LGTBI o centros de acogida para menores inmigrantes. Cuando señalaron a sus enemigos comenzaron a criminalizarlos, habitualmente difundiendo falsedades. Cuando los bulos ya no eran suficientes para alimentar a la bestia, comenzaron a mezclar las mentiras con las amenazas. El caso de Mocejón, en el que un chico del pueblo fue tristemente apuñalado por otro chico del pueblo encapuchado fue el ejemplo perfecto de ante qué estamos. Mientras la policía investigaba lo sucedido, cientos de activistas del odio comenzaban a difundir que el autor era de origen magrebí, alguien señalaba una mezquita cercana y muchos llamaban a salir a las calles para linchar a los extranjeros. Era todo falso. Una mentira más y una semilla más sembrada a la espera de que el odio acabe germinando en forma de persecución en la calle contra los más desprotegidos. Los activistas del odio no están solos.........
© CTXT
visit website