“¡Llamadme Olli!”: la brecha entre los sueldos y la situación de Volkswagen
Le gusta pasar por sencillo y campechano. “Hola, soy el Olli, llamadme Olli”. Oliver Blume es el CEO de Volkswagen, la empresa de automóviles que se ha convertido en el ejemplo de un modelo empresarial que se agarró demasiado tiempo a garantías de ocupación laboral y pospuso su modernización. VW no vende lo suficiente porque sus coches son caros y poco atractivos. Entre tanto, Blume es el directivo mejor pagado de todos los jefes de consorcios que cotizan en el índice bursátil alemán DAX. ¿Es justo cobrar tanto cuando el consorcio baraja reducir salarios, cerrar tres fábricas y despedir a 10.000 trabajadores? Que renuncie a parte de los millones que cobra, se lee estos días en los medios de comunicación alemanes. Ya la pasada primavera el grupo directivo decidió reducir en un 5% sus sueldos fijos. Ahora se sugiere que podrían recortarlos un 20% o un 30% y apenas lo notarían.
Es simbólico, no salva ninguna fábrica, pero se ganaría en credibilidad. Los 10 miembros del equipo directivo perciben juntos más de 40 millones de euros al año. Solo Blume cobró 9.711.477 euros en 2023 (10,3 si se suma su remuneración como CEO de Porsche). También los dividendos de los tres grandes fabricantes de coches, VW, BMW y Mercedes-Benz, que suponen una cuarta parte del total repartido por las 40 empresas del DAX, atraen las críticas. Los sueldos de los jefes de los grandes consorcios que cotizan en Bolsa ascendieron a 2,65 millones de promedio en 2023 ( 11%).
Olli es el CEO mejor pagado. Responsable de más de 675.000 trabajadores, la prensa económica alemana lo describe como el jefe campechano con el que se puede hablar. Él mismo dice de la responsable del comité de empresa, Daniela Cavallo, que “aunque no tengamos siempre la misma opinión, llegamos siempre........
© Cinco Días
visit website