El segundo trimestre y la “patada a seguir”
Al llegar los meses de verano y vacaciones, los mercados dividen el año en dos partes iguales. Usando ese recurso, salta a la vista que la primera parte, entre enero y junio, los desajustes entre Estados Unidos y Europa, los avances de la extrema derecha política en Europa y el deterioro de las relaciones geopolíticas han sido factores determinantes. La inflación estadounidense ha resultado ser más rígida de lo esperado y eso ha alterado por completo la guía que utiliza la Reserva Federal, el diagrama de puntos (una especie de profecía autocumplida de la estadística por cuanto que está construida con las opiniones de los distintos miembros que integran la Fed a partir de sus perspectivas sobre la trayectoria de los tipos de interés en ese país). Como resultado de esa resistencia a la bajada de la inflación, los mercados mundiales de bonos han evolucionado de forma desfavorable.
A diferencia de Estados donde las previsiones han pasado de seis recortes en este año a solo uno en el mejor de los casos, el BCE ha recortado los tipos en junio, y los bonos se han visto afectados por la desaparición de las expectativas de cohesión europea tras las elecciones y el aumento de la proporción de escaños de la extrema derecha en el Parlamento Europeo, casi un 25%, tras sus avances en los Estados miembros con más habitantes. La tasa de participación en las elecciones europeas ha sido baja (51%) y muy dispersa: desde el 21% en Croacia, hecho realmente extraño para un país que disfruta de los........
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