Shakira y Hacienda: la loba y el lobo
Como todos sabrán ya, Shakira, la loba, en alusión a uno de sus temas musicales más populares, ha firmado con la Fiscalía y la Abogacía del Estado un acuerdo de conformidad. Desgraciadamente, la noticia no ha sido la actuación de la Agencia Tributaria (AEAT), sino Shakira, que ha sabido capitalizar muy bien la situación, escenografía incluida, consiguiendo centrar la atención en su mensaje familiar. Vestida de rosa pálido y con gafas de sol, consiguió eclipsar el esfuerzo hecho por su oponente, el lobo, quien con el reconocimiento judicial de culpabilidad bajo el brazo se quedó prudentemente en el anonimato, consciente de haber ganado la contienda.
Pues bien. Varias son las reflexiones que hacer. La primera, y más importante, es que el acuerdo no reduce ni en un solo céntimo de euro el importe de la cuota que Hacienda le reclamaba a Shakira. Reduce, eso sí, la sanción y el número de años de prisión que la Fiscalía solicitaba. La cantante ha reconocido, pues, su culpa y ha pagado hasta el último céntimo de la cuota que se le exigía. La cuota, para entendernos, es innegociable.
La segunda reflexión es con relación a los pactos extrajudiciales. Personalmente, me cuesta aceptarlos, pero soy consciente de la abrumadora presión mediática y emocional que representa afrontar una situación como esta. Quien la ha vivido, lo sabe. La amenaza del banquillo, primero, y de la privación de libertad, después, paralizan. No dudo de que ambas partes........
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