Ter(r)orismo
El problema de la amnistía en España no es político, ni siquiera judicial, sino lingüístico. Los políticos de la oposición y algunos jueces no distinguen entre terrorismo y desorden público.
García Castellón, el juez especializado en empurar a Podemos infructuosamente, sin éxito a pesar de su insistencia, y en exculpar a Dolores de Cospedal de los chanchullos de su partido cuando esta era su secretaria general, quiere procesar a Puigdemont por terrorismo, a pesar de la oposición de la Fiscalía.
La razón que arguye es que las manifestaciones callejeras de 2017 a favor de la independencia de Cataluña produjeron de manera colateral un daño irreparable en el aeropuerto de Barcelona: un turista francés falleció de infarto. Como si el mismo Puigdemont en persona se hubiese encargado de colocar una bomba en el corazón del infartado.
Considerar terrorismo que una persona fallezca de un infarto por motivo de unas manifestaciones callejeras y desórdenes públicos es tan ridículo como procesar a Puigdemont por tener un cierto parecido con George Harrison y su melena leonada. El ex presidente de la Generalitat también canta y toca la guitarra.
Por esa misma regla de tres, Castellón tendría que imputar a los facciosos descerebrados que se manifestaban violentamente cada noche ante la sede del PSOE en la calle Ferraz de Madrid portando muñecas hinchables y colgando muñecos del presidente del Gobierno de........
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