Madre de héroes
Arribamos, este 12 de julio de 2025, al aniversario 210 del natalicio de Mariana Grajales Cuello. En el alma de Cuba resuena el eco de una mujer estandarte y raíz, al sembrar patriotismo en la sangre de una generación libertadora
Fotos. / Norberto Escalona
Para lograr un país digno, todos nos erguimos al grito de la madre de los Maceo, parafraseando aquella expresión enérgica dirigida a Marcos, el menor de sus hijos: “Y tú empínate porque ya es hora que te vayas al campamento”. (En el momento preciso en que atendía a Antonio, quien recibió, en un muslo, la primera herida de guerra en el combate de Armonía, el 20 de mayo de 1869)
Habían transcurrido solo dos días del inicio de las guerras por nuestra independencia el 10 de octubre de 1868 y la digna mujer ya alistaba a sus hijos para la contienda. Reconocida hoy como la Madre de la Patria, colocó al servicio de la nación toda su “tribu heroica” –como definiera a la familia Maceo-Grajales el coronel mambí Lino D’ou Ayllión–, 14 cachorros, todos se comprometieron con la manigua redentora: Con alma de fuego y canto / Mariana, ejemplo ardiente / madre firme, combatiente / con dignidad y encanto. / Su pecho nunca fue manto, / de temor o de tristeza / sino estandarte y firmeza, / guía en tiempos de dolor; / sus leones de valor / brotaron con entereza
Nacida en el año 1815, su cuna es la ciudad de Santiago de Cuba. Era hija del dominicano José Grajales Matos y la santiaguera Teresa Cuello Zayas, ambos mulatos libres; por esa condición tuvo acceso a cierta instrucción.
“Y tú empínate…”. Monumento a Mariana Grajales en el Vedado, realizado por el escultor y pintor cubano Teodoro Ramos Blanco.A los 16 años contrajo matrimonio con Fructuoso de los Santos Regüiferos Hechavarría. Les nacieron tres hijos. Propio de una segunda relación, engendró un cuarto y le llamó Justo Germán Grajales. Tuvo una descendencia,de sus otros 10 hijos, con Marcos Maceo. Aunque tenían una casa en la ciudad, decidieron establecerse permanentemente en el campo, en la zona de San Luis, alejados del despotismo hispano.
Los padres de Mariana emigraron de Santo Domingo y de sus labios escuchó relatos de las luchas de los haitianos por liberarse de la esclavitud. Después de la jornada diaria de trabajo en los sembradíos, los hijos la rodeaban y ella les contaba episodios heroicos. En los relatos los críos disfrutaban maravillosas aventuras. Las narraciones contenían una especie de enseñanza cívica. Unida al ejemplo de........





















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