Mucho se habla sobre el 2030 como fecha de inicio de nuevas cosas que direccionan hacia un nuevo orden mundial y un cúmulo de cambios que crean las mismas expectativas de cuando estábamos próximos a arribar al año 2000, para ese momento se remarcaron las esperanzas hacia un nuevo milenio como de hecho lo era; lo cierto es que han pasado 24 años del mismo y nos preparamos para asumir la tercera década del 2000 con grandes progresos que venían haciéndose desde mediados del siglo XX y que hoy se nos muestran en inconmensurable plenitud; un momento que en nuestro país es colindante con el periodo presidencial a establecerse, lo que plantea un gran compromiso con ilimitadas variables a considerar (Cueto; Gómez. 2023).

Cuando hablamos de esta progresión que va de las expectativas a la realidad, a los hechos, entendiendo que no se visualizan como tal en todas las esferas del mundo, en unas se mostraran más nítidas que en otras, según el nivel de crecimiento, los intereses y los planes de cada nación, necesariamente tenemos que voltear los ojos hacia la orientación vocacional; en nuestro país esto lo hemos entendido y se están propiciando renovaciones conducentes a corto y mediano........

© Aporrea