El fascismo y la maniobra electoral
El fascismo, como la expresión más violenta del poder concentrado en un grupo que actúa de espaldas al interés colectivo, ha sido instalado por el gobierno en el escenario político nacional, para sostenerse sobre las ruinas de todo el país.
En los últimos 3 días, hemos conmemorado los 22 años del Golpe de Estado del 11 de abril de 2002, las infaustas horas del 12 de abril y, luego, la retoma del Hilo Constitucional el 13 de abril de 2002.
Estas fechas son siempre propicias para revisar la historia y resaltar algunos elementos del comportamiento político en Venezuela, que nos permiten identificar con claridad algunos aspectos de la situación actual.
El Golpe de Estado, fue una acción de las élites políticas y económicas de la IV República, que actuaban con una violencia inusitada para derrocar al Presidente Chávez y derogar la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Poco les importó a los grupos de poder que dieron el Golpe, el sentimiento y la voluntad mayoritaria del pueblo que, a través de elecciones libres, universales y secretas, había expresado su respaldo al Presidente y la Constitución. Los movía un profundo sentimiento fascista.
Carmona y su gobierno dictatorial, sabían que tendrían que imponerse por la fuerza sobre la mayoría del pueblo y utilizar la violencia para sostenerse en el poder.
El Golpe de Estado, el 11 y 12 de abril, movilizaba a las élites con una conducta fascista y un sentimiento de revancha, que abría los escenarios a una profunda crisis en el país.
El 12 de abril, las fuerzas golpistas, sintiéndose victoriosas, leían, ante los representantes más conspicuos de la burguesía presentes en Miraflores, los decretos donde derogaban la Constitución, las instituciones y las leyes. Cada anuncio era celebrado por una algarabía que no estaba dispuesta a escuchar razones, ni tenía límites. El poder era de ellos y harían lo que les diera la gana.
Mientras ésto sucedía en el Palacio de Miraflores, la Policía Metropolitana y demás cuerpos policiales y de inteligencia del nuevo gobierno, reprimían al movimiento popular y perseguían a todo aquel que ellos identificaban como enemigo, mientras pretendían asaltar la Embajada de Cuba. El fascismo se había desatado.
Afortunadamente, los golpistas no tuvieron mucho tiempo en el poder y no pudieron desplegar su violencia y revancha. De no haber sido por el 13 de abril, muy probablemente el gobierno de Carmona hubiera arremetido contra el chavismo, capturando y condenando en sus tribunales a cualquiera que ellos consideraran sus enemigos políticos, y levantarían en su contra todo tipo de acusaciones y expedientes, entre ellos –por supuesto– el de la corrupción. Seguramente, hubiesen asesinado al Presidente Chávez y el país habría entrado en una sangrienta confrontación, porque los procesos políticos no se pueden detener por la violencia. Ésta sólo consigue agudizarlos.
Por fortuna, el 13 de abril, el pueblo venezolano se lanzó a las calles reclamando el retorno del Presidente Chávez, mientras los Oficiales patriotas cumplieron con su deber y asumieron la defensa de la Constitución. La acción valiente del General Raúl Isaías Baduel, al frente de la 42ava. Brigada de Paracaidistas en Maracay, y la del........
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