El Corazón
El corazón: una metáfora del yo
La palabra "corazón" aparece, fácilmente, más de mil veces en la Biblia. Muy a menudo es una metáfora comprehensiva del yo. Abarca mucho más de lo que lo hace el significado metafórico de "corazón" en el lenguaje contemporáneo. En nuestro uso el corazón está, sobre todo, asociado con el amor, como en las tarjetas de san Valentín; con la valentía, como en Corazón Valiente (Braveheart); y con la pena, como en "corazón partido" (Alejandro Sanz), "Corazón espinado"(Mana) "Sin corazón en el pecho"(Carlos Argentino y la Sonora Matancera),etc..
Pero en la Biblia, el "corazón" incluye todo esto y mucho más: es una metáfora del yo interior en su totalidad.
Una selección de citas breves de la Biblia hebrea y del Nuevo Testamento ilustra este significado comprehensivo de la palabra "corazón":
Los pensamientos de sus corazones eran siempre malignos (Gn 6,5).
La inclinación el corazón humano es mala desde la juventud (Gn 8,21).
Guarda en tu corazón estas palabras que hoy te mando (Dt6,6).
Sirve al señor, tu Dios, con todo tu corazón (Dt 10,12).
Inclinad vuestros corazones al Señor Dios de Israel (Jos 24,23)
Volved al Señor con todo vuestro corazón (1 Sam 7,3).
El señor ve en el corazón (1 Sam 16,7)
Daré gracias al Señor con todo mi corazón (Sal 9,1).
Permite que las palabras de mi boca y la meditación de mi corazón sean gratas para ti (Sal 19, 14).
Mi corazón confía en Dios (Sal 28, 7).
Tu ley está dentro de mi corazón (Sal 40, 8).
Oh Dios, crea en mí un corazón puro (Sal 51, 10).
Enséñanos a contar los días que necesitamos para conseguir un corazón sabio (Sal 90, 12).
Búscame, Dios mío, y conoce mi corazón (Sal 139, 23).
Inclina tu corazón para comprender (Prov 2,2).
Confiad en el Señor con todo vuestro corazón (Prov 3,5).
Hijo mío, dame tu corazón (Prov 23, 26).
Nada más traidor y perverso que el corazón del hombre (Jr 17,9).
Pondré mi ley en su interior y la escribiré en sus corazones (Jr 31, 33).
Allí donde esta vuestro tesoro, estará vuestro corazón (Mt 6,21).
Del corazón salen las intenciones perversas (Mt 15, 19).
María guardaba todas esas palabras meditándolas en su corazón (Lc 2,19).
Dios busca el corazón (Rom 8,27).
El Dios que dijo: "Dejad que la luz brille en la oscuridad", resplandece en nuestros corazones. (2 Cor 4,6).
Dios ha enviado el Espíritu del Hijo de Dios a nuestros corazones, que clama "Abbá" (Gal 4,6).
Que seáis fortalecidos interiormente con el poder del Espíritu de Dios, que Cristo habite en........
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