Chávez como humano sí cometió errores, maduro como divinidad nunca lo hace
Quiero iniciar este artículo, con un axioma que nos regaló Alexander Pope quién dijo: "Errar es de humanos, perdonar es divino, rectificar es de sabios".
En una ocasión, una periodista le decía a Chávez, usted habló de sus logros.
¿Puede hablar de los errores?
¿Usted reconoce que ha cometido errores?.
Y Chávez respondió: "No me cuesta para nada decir nuestros errores cometidos", enumerando varios errores, y los clasificó además.
Ése era Chávez, un ser humano común, quién asumía y reconocía sus errores, como también asumía los errores cometidos por cualquier persona que fuese de su equipo de trabajo.
Respetando los criterios de cada lector, independientemente sean de los que apoyaron el proyecto de Chávez, o no, si algo debemos reconocerle al comandante fué; que en su programa de gobierno, el "Ser humano" siempre estuvo primero para él.
Chávez como persona que cometía errores, sabía que existía una deuda histórica a favor del pueblo Venezolano, y cada acción que tomó, buscó siempre saldar esa deuda con cada persona que vivía en nuestra patria, fuese Venezolano o extranjero. Algo que nunca le podrán quitar a Chávez, era el "AMOR" que sentía por las personas, y el gran sentido de protección que asumió por los más necesitados, aquellos que fueron víctimas de gobiernos corruptos, cuyas políticas golpearon sin clemencia su vivir, dejándolos casi imposibilitados a un futuro de tranquilidad y buenas oportunidades.
El Chávez que cometía errores, siempre rompió los protocolos para poder abrazar a un niño, o tal vez a un anciano o anciana que veía en la calle, siendo correspondido con abrazos y palabras de agradecimiento, siendo común escuchar al comandante: "No tienes porqué agradecerme nada, yo me debo a ustedes, soy yo quién debo agradecer a ustedes más bien". Si algo tenía claro las personas es que "Amor con amor se paga". El pueblo se lo decía a Chávez, y Chávez también se lo decía al pueblo, no tanto en palabras, sinó en hechos.
En una oportunidad un niño, sacó restos de galleta de su boca para darle a Chávez, y de forma muy espontánea y sin titubeos, el comandante comió los restos de galletas que estaban impregnados en los dedos del pequeño, después Chávez lo abrazó y le dió las gracias al niño. Al comandante no le importó........
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