El asesino poder mediático
Los medios de comunicación social privados son una fábrica global determinada en su accionar por intereses privados avalados por el imperialismo (entiéndase capitalismo salvaje), explotan, manipulan, inoculan miedo, entre otras criminalidades, la materia prima más codiciada de la globalización imperialista:
La información y el entretenimiento alienante, enajenante, desconfigurador de los saberes y la cultura de los pueblos.
Desde esta perspectiva, la República Bolivariana de Venezuela es una excelente oportunidad de inversión para el control y apoderamiento de sus gigantescos recursos naturales y no renovables.
Tras varios meses de instalación de focos de violencia (terrorismo) callejera en Caracas y demás estados del país, ninguna corporación mediática de alcance global ha dejado fuera a Venezuela de su parrilla o programación. Desde luego, sus entusiastas repetidoras (los medios nacionales) están sumados a la infamia desinformartiva con sus falsos positivos.
Los focos de caos y ataque contra los cuerpos de seguridad del Estado e instituciones, incluyendo la propiedad privada, son magnificados y engrandecidos, bien para intentar proyectar una imagen generalizada de violencia y protesta antigubernamental o bien para homologar a todo el territorio venezolano a una sola imagen de colapso e ingobernabilidad inexistente. Buscan a toda costa ofrecer una realidad de "crisis humanitaria" y la de una supuesta y permanente violación de los derechos humanos.
Los fotorreporteros de estos grandes conglomerados mediáticos (New York Times, Reuters, AP, EFE, UPI, entre otros), en su gran mayoría concentrados en Caracas, captan los momentos de mayor confrontación para acompañar las notas de los corresponsales, cartelizando primero y trasladando después todas las responsabilidades de la violencia a los efectivos policiales o militares.
Legitiman el accionar de los grupos violentos a partir de esa inversión de las causas que originan la violencia, magnificando su carácter de víctimas e incluyendo en ese mismo tratamiento a todos los que participan en las convocatorias, en otras palabras, manipulación abierta y total, sin ninguna clase de miramiento, o........
© Aporrea
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