Un verano muy curioso
Las imágenes 4D de los bebés en el vientre materno muestran cómo emplean su cuerpo para divertirse; me sorprende ver en ellos los mismos movimientos de los niños en la cuna cuando golpean con los pies, se abrazan las rodillas o se muerden los nudillos. Si las madres se derriten viendo sus ecografías, no es solo por la tormenta hormonal de su embarazo… contemplan el prodigio de la vida humana en estado puro.
Este verano tengo a mi alrededor a algunas madres primerizas, y entiendo que debe de ser un momento memorable de sus vidas. El primer verano del bebe recuerda al del primer amor y no se olvida. Sin embargo, detecto también en ellas la tortura de la auto exigencia porque desean llegar a todo y hacerlo de forma excelente. No soy madre, pero las entiendo bien. La maternidad conlleva cierta entrega a ciegas que nunca, ni por años e hijos de práctica, se supera, ya que la intuición guía ese camino de amor y entrega.
Aún no me atrevo a verbalizar a mis madres primerizas el mantra que tarde o temprano se dirán ellas en silencio: ''cuido de un........
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