Club a la fuga
La expresión no es mía, la tomo prestada de otro valencianista, Vicent Molins, que ha abordado con acierto en un libro con ese título y en varios artículos la deslocalización del fútbol profesional. Describe el proceso de pérdida de identidad de los clubes a manos de magnates o fondos de inversión extranjeros cuyo único objetivo es el negocio, sea con la compraventa de jugadores, con operaciones inmobiliarias o con las influencias desde los palcos. La identidad, el sentido de pertenencia e incluso el proyecto deportivo se convierten, en el mejor de los casos, en el cascarón de un huevo vacío.
Eso es hoy el Valencia de Lim. Un club sin estructura y a la fuga, un artificio desguazado poco a poco por la desidia de su máximo accionista. El nefasto arranque liguero del equipo de Rubén Baraja es la consecuencia de ese proceso, que se veía venir desde hace años, no la causa. Pero en el fútbol son los resultados los que desencadenan los acontecimientos. Y en Mestalla, tras la derrota de este lunes ante la UD Las Palmas, un rival directo, ha prendido una mecha. Falta por ver de qué dimensiones........
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