Contra pronóstico, 2024 va camino de resultar en un gran ejercicio para los mercados tanto de acciones como de bonos en Europa y EEUU. El inicio, por fin, del ciclo de recorte de tipos de interés está permitiendo que los inversores de corte más conservador, en renta fija, vean relucir los rendimientos de sus carteras después de tres años para olvidar. Lo que era menos previsible es que los bancos centrales tuviesen tiempo para comenzar a bajar tipos sin una recesión o crisis como detonante.

Bien es cierto que Alemania está en contracción, que China arrastra un problema deflacionario desde hace largo tiempo, pero en general el aspecto de la macroeconomía no invita a pulsar el botón de alarma. Los mercados creen todavía que es posible un aterrizaje suave de la economía, con los costes de la deuda a la baja, los precios energéticos y de las materias primas abaratándose...

Como no todo puede ser perfecto, hay un obstáculo en el horizonte inmediato para la tranquilidad del mundo del dinero: las elecciones presidenciales........

© 20 minutos