La competencia siempre es sana y recomendable. Estimula las neuronas, la creatividad, la calidad y te obliga a mover las nalgas para no dormirte en los laureles. Que se lo pregunten a Pedro Sánchez o a Pablo Motos. Enemigos íntimos que ahora tienen que despabilarse para que no se los lleve la corriente. Los dos, súbitamente, sometidos a una presión medioambiental que les obliga a estar despiertos a todas horas. El primero, el presidente del Gobierno, está tan acosado por su miseria electoral, es decir, por su escaso número de escaños, que todas las semanas tiene que inventarse algo nuevo para hacer de la necesidad virtud. "Vamos a avanzar con o sin apoyo de la oposición, con o sin concurso del poder Legislativo”, confesó el otro día en un momento de fatal debilidad, para luego cambiar de opinión y dar marcha atrás.

Por su parte, el segundo en cuestión, el líder de 'El Hormiguero' en Antena-3, se ha empeñado en marcar territorio y no permitir que David Broncano le robe la tostada, algo que en los últimos días ha conseguido, a pesar de todo, el presentador de 'La Revuelta'. Pero lo bueno del caso es........

© 20 minutos