La llegada de Edmundo González Urrutia a nuestro país es una buena noticia para él, porque puede salvar su vida aunque no está tan claro que salve la democracia de su país. En el fondo es una mala noticia para millones de venezolanos que se sienten desamparados frente al régimen dictatorial de Nicolás Maduro. No nos engañemos ni nos hagamos trampas para sentirnos mejor, la llegada de González a Madrid supone una victoria para el sátrapa Maduro que se libra del verdadero ganador de las elecciones del pasado 28 de julio, y con ello ve despejado el camino para perpetuarse una vez más en el poder.

Un poder que ya controla todas las instituciones políticas y sociales del régimen y que actúa con total impunidad y autoritarismo. Aniquilando a la oposición y rechazando el resultado de las urnas. Dicho esto que es tan real como la vida misma, la siguiente cuestión que se plantean los venezolanos y la comunidad internacional es ¿qué hacer a partir de ahora? ¿Cómo hay que actuar para que la democracia vuelva a ser una realidad en Venezuela y no solo una pantomima que blanquee los trapos sucios de Maduro? La respuesta no es fácil porque se mezclan muchos intereses, casi todos ellos........

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