Esta sí es la revolución que no podemos perdernos
Más presión fiscal para terminar el año que hará posible más anuncios pagados por el gobierno sobre "la magia que provocan los impuestos" en la vida de los españoles. Algún ministro hasta se ha atrevido a catalogar como auténtica revolución impositiva la continuada subida de tributos que vivimos desde hace seis años.
Pocos dudas que la educación universal fue clave para el «milagro» económico español que actuó como «ascensor social» a partir de los años 60 del siglo pasado. Gasto público inteligente que permitió a millones de españoles formarse al máximo nivel y ascender socialmente, no sin esfuerzo pero con una economía que ayudaba a las empresas y por tanto a la generación de oportunidades. Sin embargo, comienza a atisbarse que el asensor ya no funciona. Quizás porque ese acceso a la educación ya no es tan determinante. Son varios los factores que lo explican, la percepción social de la caída de la calidad de la educación del sistema educativo público español ante las muy bajas posiciones en los rankings; también la sensación de que con o sin educación las generaciones más jóvenes y las más seniors están condenadas a la precariedad o al subsidio.
Para el filósofo José Antonio Marina vivimos en una «sociedad del aprendizaje» regida por una ley impecable: «Para sobrevivir, las personas, las empresas y las instituciones deben aprender al menos a la misma........© 20 minutos
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