Gaza, el triunfo de la sinrazón
El conflicto de Gaza ha entrado en su noveno mes y nada parece indicar que el fin del mismo se aproxime. Por el contrario, las posibilidades de extensión crecen en la medida en que Israel está concentrando fuerzas en el norte para, aparentemente, iniciar una acción sobre el Líbano con la finalidad de degradar la capacidad de Hezbollah para atacar Israel.
Vista la propuesta de paz formulada por Estados Unidos y respaldada por Qatar y Egipto, y asumida con matices menores por Israel, Hamás dice no aceptarla porque el alto el fuego no es definitivo. Por distintas causas y mismos motivos, el gobierno de Israel y Hamás amagan con un acuerdo para, a renglón seguido, continuar la guerra en Gaza. Al gobierno israelí y a los dirigentes de Hamás les guía la determinación por sobrevivir y lograr un nivel aceptable de “éxito” que les permita continuar en el poder.
El objetivo es, para el gobierno israelí, destruir un movimiento terrorista y, consecuencia de lo anterior, garantizar la seguridad en Israel, recuperar a los rehenes y cadáveres en manos de Hamás por de la acción del 7 de octubre y conseguir que Gaza sea gobernada por una autoridad —por determinar— que no sea hostil al estado de Israel. Pero la realidad se encarga de modular el nivel de ambición y demostrar que, aun consiguiendo un número considerable de victorias tácticas, la guerra de Gaza es un desastre estratégico. A pesar de la crueldad e inusitada violencia de las acciones del 7 de octubre, la popularidad de Hamás ha aumentado 14 puntos desde diciembre de 2023 entre los palestinos. En el ámbito internacional, Israel ha pasado de agredido a agresor acusado por genocidio ante la Corte Internacional de Justicia, mientras que Hamás aparece........
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