Las periodistas no visten de Prada
Si estás leyendo esto, hay muchísimas posibilidades de que puedas recitar, casi de memoria, el famoso monólogo del "azul cerúleo". Esa reprimenda que la directora de un trasunto de Vogue da a una nueva empleada que se mofa del sector y que vertebra parte del argumento de una de las películas de culto del mundo de la moda: "El diablo se viste de Prada".
Para los cuatro despistados que queden por aquí, el 'film' narra la incorporación al mundo laboral de una jovencísima y ambiciosa periodista que cae de rebote en una revista de tendencias. Por cierto, que está basado en la novela que escribió Lauren Weisberg, también "plumilla" y asistente de la todopoderosa Anna Wintour. Por ese motivo, siempre se ha pensado que, tanto el libro como la cinta, son una crítica hacia la gran pope de la moda. Dato curioso, la Wintour, que no da puntada sin hilo, se presentó en el estreno vestida de Prada de pies a cabeza.
Bueno, el caso es que la peli (que por cierto es infinitamente más amable que el libro) hizo que "un millón de chicas mataran" por dedicarse al periodismo de moda. Parecía que si accedías al paraíso del papel satinado ibas a vestir a diario de Chanel y Valentino, recibirías regalos........
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