Kamala Harris ¿cuál será tu ‘power dressing’?
Traje de chaqueta gris, camisa, zapatos de tacón bajo, y como único signo de coquetería femenina tradicional un collar de perlas. Así se instaló al llegar a la Casa Blanca la primera mujer que ocupaba el cargo de vicepresidenta del país más poderoso del mundo.
Kamala Harris, la candidata demócrata de eterna sonrisa que había conquistado al mundo vistiendo unas converse hasta en la portada de Vogue, una vez alcanzado el poder llevó un paso más allá el uniforme que había establecido unos años antes Hilary Clinton. La que fuera primera dama y después secretaria de estado, harta de que hablaran de su ropa, decidió llenar su armario de dos piezas de color marfil.
Lo mismo debió pensar Harris, que ha optado durante estos cuatro años por ser ''uno más'' entre los encorbatados hombres que todavía son mayoría en las instituciones americanas. Su decisión estética también hizo correr ríos de tinta. Los hay que pensaban que hacía bien mimetizándose, casi camuflándose. Otros, como Donatella Versace, abogan por no copiar ni masculinizar el vestuario de las mujeres en política, y hacer de la femineidad una seña de identidad más dentro del plan de gobierno.
La masculinización del vestuario femenino
Mezclarse o destacar, ahí reside la cuestión. Esto, como toda estrategia de comunicación en esta era de las redes sociales, es algo que hay........
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