Incluyendo las declaraciones de Leopoldo López, según las cuales hasta el fiscal general estaba negociando la salida de Nicolás, y toda la explicación pormenorizada que dio el propio Presidente, aunque él mismo aclaró que solo era la punta del iceberg, el Gobierno resultó ser una cueva de alacranes, donde, necesariamente, hay que hacer una purga profunda para extirpar hasta el último traidor en esa componenda.

La semana pasada, el fiscal dio una rueda de prensa con una serie de detalles de toda la trama que se había tejido; y, al parecer, Tareck El Aissami chantajearía a la oposición soportado en su supuesto poder en el chavismo, a condición de que él fuera presidente de la República. Es importante mencionar que, en esta triangulación entre el Big Brother, la oposición y El Aissami por la vía de Samark López, no se menciona por ningún lado a La Interfecta, pero sí las muy regulares conversaciones entre el representante de El Aissami, tanto Leopoldo López como con Julio Borges.

Maduro explicó que el entretejido de conspiración y componendas, que era muy grande, se irían desenterrando paulatinamente.

Y ahora, corre por las redes una entrevista a Leopoldo López, quien asegura que las conversaciones con gente del gobierno para sacar a Maduro, son de larga data, y que, incluso, sus propios carceleros fueron los que intercedieron por él para su liberación. “Hay gente de los círculos más cercanos de Maduro -dice López- que quieren salir de Maduro, no solamente El Aissami, Reverol era parte de esas conversaciones. Le invito a Tarek William Saab a que diga quién era El Gallo, quién era El Gallito. Él sabe qué estaba diciendo de Nicolás Maduro. Hay militares, policías, miembros del Psuv. Hasta las personas que le sirven el café. Los que más le jalan mecate a Maduro, son parte de esas conversaciones”.

Incluso nombra hasta a Diosdado Cabello, en los contactos que se han estado produciendo entre sectores de la oposición y gente del alto gobierno. “El problema es sacar a Maduro y no es nuevo que nos vengamos entrevistando con algunos funcionarios”, aseguró el personaje de marras.

Lo cierto es que todo el tejido que había entramado El Aissami, quien fue hasta vicepresidente de la República, es tan poderoso que apenas se ha deshilachado algunas hebritas, más que tocando a funcionarios de Pdvsa, algunos ya detenidos y algunos militares que ejercían cargos civiles, incluyendo uno que se suicidó. Pero por lo que se viene colando, en ese entramado hay militares, policías, diputados, concejales, alcaldes, gobernadores y todo aquel al que se le permitió ponerse en unos reales, a cambio de vender su alma al diablo. Y es, sin duda, muy necesario que este desastre se resuelva antes de las elecciones del 28 de julio.