La España en coma de Pedro Sánchez
Una semana más, los signos vitales de este país no dan síntoma de recuperación. Al contrario: el enfermo español sigue agonizando entre recortes de las previsiones de crecimiento, broncas por las reformas entre los ministros del Gobierno que comprometen la ansiada llegada del oxígeno europeo, componendas entre partidos para seguir colonizando las instituciones a sus anchas –¡ay, los que venían a regenerar porque no había separación de poderes!- y una subida de precios que convierte para muchos en artículos de lujo desde la gasolina para el coche hasta la calefacción.
Y mientras en la cama España sigue postrada a la espera del milagro, gran parte de la prensa –el contrapoder, decían- se afana diariamente en destapar los escándalos que afectan “al otro” mientras callan los de “los suyos” o en difundir historias increíbles a la caza del click fácil, el telespectador y el radioyente sin criterio o el lector sin espíritu crítico que ya se ha acostumbrado a consumir la espuma de una falsa realidad que caduca en apenas lo que dura una curva de audiencia.
Es el caso del marinero gallego Manel Monteagudo, que se inventó hace ya meses un coma de 35 años y un despertar glotón a la literatura y los versos: una historia increíble que fue tragada sin masticar por la mayoría de los medios de comunicación de España, locales y nacionales, públicos -de EFE a RTVE-, privados y hasta con supuestos periodistas de investigación en el plató........
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