¿La peor clase política de la democracia?
El riesgo es que “el miedo se instale, se cronifique y quiebre las perspectivas de futuro”. La reflexión es de Manuel Monereo, en su día politólogo de cabecera de Pablo Iglesias, histórico ideólogo del comunismo nacional y exdiputado de Unidas Podemos. “El futuro se ha convertido en un problema político y no hay un mando capaz para afrontarlo”. Así de contundente. Monereo va más allá. Considera que sin una alianza entre las principales fuerzas del Gobierno y la oposición no es factible diseñar “un plan de fondo para afrontar la que se nos viene encima”. ¡Horror! ¡Un rojo incontestable pidiendo un pacto PSOE-PP! ¿Pero no habíamos quedado en que eso era pecado?
Vamos con retraso. El miedo ya se ha instalado. Cada día que pasa la sensación de pesimismo y derrota se hace más y más pesada. No estamos como en marzo, sino mucho peor. Hemos perdido unos meses preciosos, no ya para contener el virus, sino para recuperar autoestima. El prestigio-país por los suelos. “Faltan -dice Monereo- políticos grandes; la clase política ha perdido calidad y cualidad. El Gobierno de coalición pactó un programa para un mundo que ya no existe (…). Ahora ya sólo pone medidas paliativas. Y la oposición carece de un proyecto alternativo. No hay un Estado estratega que defina el horizonte”. ¿Dónde hay que firmar?
No somos las víctimas inocentes de ninguna maldición bíblica. Ni tenemos el dudoso honor de ser el país de Europa que peor ha gestionado la pandemia por casualidad. No busquen más; sólo hay una explicación plausible para entender esta crisis cuadrangular, en expresión del profesor Rafael Jiménez Asensio (sanitaria, económica, social e institucional): “Por azares de la vida, tal vez tengamos la clase política más deficiente (o poco faltará) de la historia de la España........
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