La vida y la historia le han demostrado a mi generación, palmariamente, que nada hay más deleznable que los propósitos de los seres humanos de respetar la vida de sus semejantes.

Mi generación nació, creció y se hizo vieja sabiendo del terrible genocidio sufrido por el pueblo judío a manos de los nazis en Europa. Cuando éramos niños, pasmados, nos enteramos de él a través de los testimonios fotográficos, fílmicos y las narraciones que de tan espantoso intento de borrar del orbe a una raza se divulgaban; a lo largo de nuestras vidas hemos sabido que ello es una página negra de la historia de la especie humana y, hemos tenido la convicción de que nadie tiene derecho a arrasar con poblaciones........

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