Han pasado más de seis años desde que Aída Merlano fue capturada por comprar votos, y casi cinco desde su condena. Fue una condena histórica, la primera desde que se penalizaron los delitos electorales. Fotos, videos, documentos y varios testimonios indican que Merlano no actuó sola, sino que fue un eslabón de un entramado de corrupción electoral que implica a la poderosa familia Char y al empresario Julio Gerlein.

El caso contra Arturo Char está en etapa de indagatoria y el de Julio Gerlein en juicio oral, pero se han movido a un ritmo lento y ambos están en libertad. El proceso contra otros siete políticos del Atlántico está en etapa preparatoria al juicio desde hace dos años. El alcalde Álex Char y el contratista Faisal Cure, ambos con indicios de haber participado en el entramado, no tienen investigaciones formales.

Ninguno de los implicados ha entrado en un acuerdo de colaboración. Pese a la presión mediática y a las pruebas filtradas, todos han armado defensas legales robustas para probar su inocencia. La respuesta de la justicia ha sido lenta por la mecánica densa de los procesos, la sobrecarga del sistema y las maniobras dilatorias de algunos acusados. Esa lentitud contrasta con la velocidad con la que se juzgó a Merlano.

“Esto es un tema de un colapso absoluto de la justicia. Y la prescripción del delito es una consecuencia”, dice el penalista Francisco Bernate. Dos fuentes dateadas del proceso le dijeron a La Silla que por esa tardanza los delitos de violación de topes electorales y corrupción al sufragante contra Julio Gerlein están en riesgo de prescripción. La razón es que esos delitos tiene una pena máxima de ocho y nueve años, respectivamente, y según la ley, después de la imputación (que fue en el 2018) el delito prescribe cuando pasa la mitad del tiempo de la pena máxima. Es una decisión que aún deberá resolver el juez del proceso.

Los casos, además, cargan con la sombra de los señalamientos de Aída Merlano. La exsenadora reconoció que en un principio se había abstenido de responder preguntas de la justicia que implicaran a Gerlein y a Arturo Char por amenazas y promesas de ayuda judicial de ambas familias. De hecho, Merlano señaló que detrás de su fuga en 2019 estuvieron esas dos familias.

El rastro de los otros implicados está en varias sentencias judiciales y filtraciones. La defensa de Merlano ha publicado varias, y también hay evidencias en dos sentencias de condena contra Aída Merlano (por corrupción electoral y violación de topes electorales). Otro insumo es la ponencia con la que la Corte Suprema ordenó capturar a Arturo Char en 2023. Varios de sus detalles fueron revelados por Alejandra Bonilla de El Tiempo, y La Silla Vacía también tuvo acceso a ese documento. La Silla se contactó a los abogados de los acusados, pero prefirieron no dar detalles de la línea de defensa.

¿Cuál fue su rol?

Es señalado de ser el financiador de la campaña de Aída Merlano para comprar votos. Tenía una relación sentimental con Merlano de más de una década y fue su patrocinador en su carrera política.

¿En qué estado está el proceso?

Gerlein fue imputado por la Fiscalía en 2018 por concierto para delinquir, corrupción al sufragante y violación de topes en campañas electorales, pero estos dos últimos están en riesgo de prescripción. Desde 2019 su proceso está en juicio.

Además, según Merlano, Gerlein y su abogado Antonio Deyongh han hecho ofrecimientos económicos para que no declare en contra del empresario y participaron en su fuga en 2019. Por eso, ambos fueron citados a imputación y a imposición de medida de aseguramiento. Inicialmente, la audiencia era el 19 de octubre de 2023, pero ya ha tenido al menos tres aplazamientos. El primero porque Gerlein y Deyongh no se presentaron argumentando una falla en el link para conectarse. El segundo, por solicitud de la Fiscalía, porque el fiscal del caso tenía en la misma hora otra audiencia. Y la tercera, por solicitud de la defensa.

¿Cuáles son las pruebas más fuertes que se conocen?

En la sentencia de primera instancia de la condena por violación de topes consta que la plata con la que se compraron los votos era de Gerlein. En los allanamientos se encontraron documentos que señalaban los números de cuentas corrientes Bancolombia de Julio Gerlein y su hermano Mauricio, que giraron durante el transcurso de la campaña a personas que........

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