¿Qué pretenden los obispos mexicanos?
El asesinato de los jesuitas en la Tarahumara catalizó la postura de la Iglesia. La jerarquía católica ha pasado a ser un actor abiertamente crítico al gobierno. Y abraza las causas de una oposición acechante en este inicio de las campañas electorales.
A unos días del asesinato artero de los dos religiosos, el episcopado emitió un severo mensaje, 23 de junio de 2022, que denunciaba: “Hacemos un llamado al gobierno federal y a los distintos niveles de autoridades: es tiempo de revisar las estrategias de seguridad que están fracasando. Es tiempo de escuchar a la ciudadanía, a las voces de miles de familiares de las víctimas, de asesinados y desaparecidos… Creemos que no es útil negar la realidad y tampoco culpar a tiempos pasados de lo que nos toca resolver ahora. Escucharnos no hace débil a nadie, al contrario, nos fortalece como nación”.
A dos años del sacrificio de los jesuitas las cosas ya no son las mismas. Las relaciones Iglesia-Estado se han deteriorado. El presidente de la CEM, Rogelio Cabrera, catalogó el asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, en junio de 2022, de “punto de inflexión” para la Iglesia mexicana, pues ahí nació el “movimiento nacional” que ha desembocado en el Compromiso por la paz.
A pesar de su crisis, caída de fieles y pérdida de........
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