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La Revolución Sandinista: notas sobre un acontecimiento

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19.07.2024

[Artículo publicado en La Haine el 21/7/2020, que reproducimos ahora en homenaje al aniversario de la Revolución Sandinista]

El 19 de julio de 1979 el Frente Sandinista de Liberación Nacional ingresaba a Managua, derrocando a la dinastía Somoza. En pleno julio había llegado la primavera, con su renacer de flores y frutos al continente.

En medio de la Dictadura militar Argentina, esa sería la revolución que acogió a quienes habían sido derrotados aquí y en América Latina y sembró esperanza en una nueva generación, mi generación. Para no pocos esa sería nuestra revolución, como había sido la cubana para la generación del Cordobazo. Y en aquellos años creíamos en el mismo destino ascendente.

La revolución la ubicamos como parte del largo proceso de luchas por la liberación nacional y social tanto en Cuba como en el continente africano o en Asia sintetizados en el triunfo del ejército vietnamita sobre EEUU, como en Europa, tanto Portugal y su revolución de los claveles o como Grecia desembarazándose de otra dictadura. Se estaba abriendo una nueva etapa que iría derrotando al fascismo en el cono sur para retomar lo irrefrenable: la revolución.

No fue así. Al contrario. Y sin embargo, algo aún late porque eso que no fue, pudo ser, tal vez es necesario que sea.

Introducción.

La revolución sandinista reabrió en las izquierdas el debate inaugurado con la revolución cubana respecto a fuerzas motrices, etapas y vías.

Ahora era desde Nicaragua que se ponía en duda la fórmula de la clase obrera como la portadora de la revolución, y hasta la alianza obrero - campesina así formulada. Esa visión encerraba una idea sustancialista y hasta teleológica de la clase obrera. Las conformaciones latinoamericanas eran más complejas: no aceptaban el manual.

También el Sindicato como lugar de unidad de la clase para sus luchas inicialmente económico - corporativas será puesto a prueba en la dinámica de la lucha. Lo mismo el concepto del partido como vanguardia de la revolución: las vanguardias autoproclamada por ser portadoras de las ideologías marxistas leninistas solo pudieron saludar- y casi al final - a la propia revolución.

En el lenguaje sandinista el sujeto sería el pueblo pero para diferenciarse del lugar asignado por las tradiciones populistas de "masa de maniobra", intentarían darle un sentido diferente, de portador de consensos activos y protagónicos sintetizado en el concepto de "poder popular".

Tampoco se preocuparon en autodefinirse ideológicamente como marxistas leninistas, sino que lo hicieron como sandinistas, desplegando su proyecto político, ideológica y cultural de manera ambigua a partir de consignas simples que permitieran la masificación.

A su vez, el sandinismo puso en debate el lugar de la burguesía "nacional" como fuerza motriz de la revolución y por lo tanto el etapismo. Pero - paradójicamente - el sandinismo nunca incluyó como parte del pueblo a los ricos, a los burgueses. Sí observó con detenimiento y se dio una política hacia esas "crisis internas en los de arriba".

E incluso en ningún momento existió superposición semántica entre gobierno, derrocar a la dictadura y el poder real sintetizado en el aparato burocrático militar a destruir.

Para su acumulación el sandinismo acrecentaría el lugar de la solidaridad y correlación de fuerzas en el terreno internacional. Se darían una política hacia afuera para incidir en el adentro pero sin ligarse al campo socialista con hegemonía soviética, sino a las fuerzas democrático burguesas y progresistas de Europa Occidental, América Latina y sí a la Cuba socialista.

En un punto Nicaragua era diferente a casi todo lo que decía el manual de las revoluciones ... Nicaragua fue un laboratorio para las izquierdas, en especial en sus componentes generacionales más jóvenes.

Primero señalaremos algunos indicadores de la relación de Nicaragua con EEUU, la formación económico social nicaragüense y sus actores sociales para abordar el proceso revolucionario nicaragüense hasta la toma del poder en 1979.

Luego nos detendremos ya a modo de conclusión en una pequeña sistematización de las diferentes etapas de la conformación del FSLN como vanguardia y finalmente realizaremos algunas reflexiones políticas en torno a ese proceso.

El Imperialismo y Nicaragua como parte de "su área chica".

Imposible pensar a Nicaragua por fuera de su relación con el imperialismo norteamericano, más sometida por cuestiones geopolíticas que puramente económicas dado que Nicaragua era una posibilidad alternativa a Panamá de conexión comercial entre el Atlántico y el Pacífico.

Ya el presidente liberal José Santos Zelaya (1893 - 1909) que había aceptado inversiones estadounidenses se opuso a cederle a los EEUU tierras para la construcción de un canal interoceánico con el que controlasen todo el comercio entre el Atlántico y el Pacífico. Eso implicó la intervención directa de marines norteamericanos y el derrocamiento del Presidente. Los nuevos gobiernos fueron una alianza entre el Partido Conservador y los EEUU, y proyectaron el carácter semicolonial de Nicaragua: contrajeron créditos con empresas norteamericanas cuyas garantías fueron el control de la aduana, muelles, puertos, el Banco Nacional y el ferrocarril. Firmaron el Pacto Chamorro-Bryan, por medio del cual le concedió a los EEUU derechos perpetuos para la construcción de ese canal interoceánico y le arrendaron por 99 años el Golfo de Fonseca y la Isla del Maíz. La comercialización del café pasó a la Compañía Mercantil de Ultramar, norteamericana.

Sin embargo la disputa entre el sector cafetalero del partido Liberal y ganadero del Conservador se mantuvo, llegando incluso a una guerra civil en la cual EEUU apoyó al sector conservador para finalmente lograr pactar con el partido Liberal que encabezaba Moncada. Fue el "Pacto de Espino Negro", firmado el 4 de mayo de 1927. Allí se le otorgó la presidencia a Moncada que a cambio aceptó desmovilizar y desarmar al ejército, confirmar el tratado Chamorro-Bryan y permitir la permanencia de los Marines hasta la organización de la Guardia Nacional.

El único de los generales del Ejército Liberal que se opuso fue Augusto César Sandino (1895-1934). La resistencia con su "ejército loco" entre 1927 y 1933 fue mítica. Su asesinato a manos de Somoza encumbró a lo que sería la "dinastía de los Somoza", que permanecerían en el poder, apoyado por el imperialismo yankee hasta la revolución de 1979.

Sin embargo conviene destacar que Nicaragua siempre fue centralmente para Norteamérica una base militar. Por eso ellos formaron a los "perros" de la Guardia Nacional de Somoza, y fue desde allí que EEUU invadió a Guatemala para derrocar el gobierno de Arbenz, o para lanzarse a Cuba, lo que le infringirá la derrota en Bahía de los Cochinos.

La formación económico - social

Nicaragua tuvo su inserción internacional como país capitalista dependiente, como productor de materias primas para la exportación. Su desarrollo reconoce dos etapas: el ciclo del café hasta 1940, y luego, a partir de 1950, el del algodón, que sí pudo conjugarse mejor con la ganadería.

El mundo rural

Desde los años 50 - como dijimos - la principal producción comenzó a ser el algodón. La particularidad del mismo es que se produce en economías más desarrolladas y no solo en el Tercer Mundo. Esa situación implicó en primer lugar la modernización de producción para dotarla de eficiencia, en segundo lugar se desplegaron otros eslabones de la cadena como el aceite, agroquímicos, textiles. En tercer lugar se aceleró la expropiación campesina en las mejores tierras, sobre todo en la zona de León y Chigandega; y por último - y esto es una clave -la necesidad de maquinarias, fertilizantes, equipos significó el involucramiento del capital comercial y financiero en su proceso. Y será desde ese lugar de financista la forma en que intervinoy extrajo la plusvalía la Gran Burguesía nacional y extranjera.

Por otra parte se seguirían produciendo los bienes de consumo básicos como el maíz y frijol pero con mecanismos atrasados y tendiendo al estancamiento.

El régimen de propiedad de la tierra dominante eran los latifundios organizados en fincas multifamiliares y las fincas multifamiliares medianas y pequeñas que ocupaban importantes extensiones. Eran campesinos - finqueros que producían para satisfacer necesidades básicas y reinvertían en su propiedad; era un sector siempre necesitado del crédito que controlaba la gran burguesía.

Luego se sumaba un subproletariado de campesinos pobres, minifundistas que ni siquiera podía vivir de sus pequeñas fincas, recurrían a su propia proletarización estacional en las cosechas y convivía con el proletariado rural propiamente dicho. Ambos con mínimas condiciones de subsistencia.

Ahora bien, el desarrollo capitalista dependiente que producía para exportación se basó en el endeudamiento externo y se asentó centralmente en la sobreexplotación de las condiciones laborales: hacinamiento, pagas bajísimas, trabajo de mujeres y niñes... digamos en condiciones muchas veces semiserviles.

La localización geográfica era clara: las mayorías más pauperizada se ubicaron en la costa del pacífico y en el interior los sectores campesinos medios y ricos.

El mundo urbano

La Industrialización por Sustitución de Importaciones que se produjo fue escasa y deficitaria en Nicaragua. Siempre fue más lo que requería esa industria de maquinarias e insumos que lo que aportaba. Hasta su capacidad para generar empleo era baja. Los talleres en general oscilaban entre los 12 a 26 obreros.

El otro trabajador de la ciudad lo hacía en el sector terciario, o era cuentapropista, o vivía de changas... En rigor fue el sector de servicio el que absorbió parte de los expulsados del campo: en 1975 el 70% de la PEA realizaba trabajos no productivos y su nivel salarial era casi tan bajo como el del medio rural.

Es decir que era un proletariado - si no limitamos el concepto a venta de fuerza de trabajo a cambio de salario - muy extendido pero poco concentrado e intermitente en sus labores. Tal vez su único punto de encuentro era las barriadas o "territorios".

Y existía mucho trabajo temporario por el que se trasladaban del campo a la ciudad: pasaban de la cosecha de algodón en la finca al sector de servicios, o de la agricultura para el mercado interno a la construcción.

Si hubiese que unificarlos en un concepto sería el de clases subalternas: "pluralidad, disgregación carácter episódico de su actuar, débil tendencia a la unificación "a nivel provisional".[2]

Los partidos

Las clases dominantes tuvieron su representación formal en los dos partidos tradicionales: el Liberal ligado a los cafetaleros y el Conservador relacionado con los ganaderos aunque ambas organizaciones concluyeron por unificarse en el llamado "Pacto de los Generales" que firmaron Somoza García y Emiliano Chamorro en 1950. En el mismo, el segundo se subordinó al primero a cambio de algunos cargos y negocios quedando conformada así una coalición liberal conservadora, cuyo vector para el contacto ideológico con los "simples" era la Iglesia Católica. El régimen tendió a realizar elecciones periódicas aunque fraudulentas porque consideraba que eso los exorcizaba de cualquier crítica en el parlamento norteamericano.

Los sectores obreros encontraron una mínima representación el Partido Socialista Nicaragüense (PC) que se fundó en el año 1944, en pleno auge del browerismo que postulaba la unidad entre el imperialismo norteamericano yel socialismo por su común lucha contra el fascismo. Así fue que el PSN apoyó a Somoza, quien les otorgó la legalización por un breve tiempo aunque apenas comenzó la Guerra fría y la ofensiva norteamericana con la Doctrina Truman, sufrió una represión permanente.

En definitiva el PSN fue víctima como muchos PC latinoamericanos de priorizar las contradicciones externas (unidad contra el nazifascismo) por encima de las contradicciones internas (en este caso lucha contra el aparato estatal del somocismo). El alejamiento de las masas fue inevitable. El mérito que quedaría en su haber fue la difusión de algunos textos marxistas y que en sus filas iniciaron su formación dirigentes como Tomás Borge (1930 - 2012) y Carlos Fonseca (1936 - 8/11/1976). A este último incluso el PSN envió como delegado al festival Mundial de las Juventudes Democráticas en Moscú en el año 1957.

Las representaciones en el seno de la sociedad civil eran escasas, prácticamente sin tradición organizativa entre los trabajadores urbanos ni rurales. Existía sí una Central obrera con dirigentes reformistas pero honestos con bajo nivel de inserción y siempre reprimida: la CGT- I, conducida por cuadros del PSN. La otra instancia era el Centro de Trabajadores, cuya dirección estaba relacionada con los demócratas cristianos, yen 1967 se fundó - ligada a una escisión del PSN, maoísta - la Confederación Nacional de campesinos y obreros agrícolas. Finalmente estaba la Central directamente pro patronal, que respondía al somocismo: la CGT. Pero en rigor todas con muy baja representatividad y, por su propio peso con poca capacidad de incidencia en el proceso político ni tampoco en el económico.

El analfabetismo trepaba al 50% de la población y hasta las estructuraciones familiares eran totalmente disfuncionales y desestructuradas: la cabeza de familia en general era la mujer y la mayoría de hijes será sin padre reconocido. Esa situación particular explicará en parte el altísimo protagonismo en las diferentes organizaciones que tuvieron las mujeres en el proceso revolucionario nicaragüense. Y la existencia además de varias comandantes.

El movimiento estudiantil, que numéricamente era minoritario (15 de cada 100 estudiantes finalizaban la escuela secundaria) contaba, sin embargo, con una cierta estructuración organizativa contestataria ya que por la propia extracción de clase de los estudiantes, la propia Guardia Nacional veía un poco limitados sus movimientos represivos.

En la Iglesia católica - sobre todo después del Congreso de Medellín en 1967 - comenzó un proceso de diferenciación tanto del somocismo como de la propia cúpula eclesiástica. Surgieron entonces un ala reformista moderada pero antisomocista y otra ya más radicalizada, ligada en un sentido a la Teología de la liberación, o a las lecturas del evangelio de Solentiname, organizadas por Ernesto Cardenal. Este último sector sería un aporte que enriquecerá el acervo moral e ideológico de la experiencia sandinista.

Finalmente, la otra tradición organizativa que las masas reconocían como posibilidad eran las propias guerrillas, presentes hasta en la historia oral del propio pueblo.

Clases y estado

De esta descripción se puede observar que las clases subalternas estaban de una u otra manera sometidas a la dinámica del capital y unificadas por las condiciones de trabajo inhóspitas y míseras. Por otra parte el capital productivo estaba subordinado a la propia articulación esencial del Estado con el imperialismo a partir del control de las finanzas. Por lo que esa será la característica de la clase dominante nicaragüense: no era tanto por ser la dueña de los medios de producción sino de los medios financieros y de comercialización, destacándose así aún más su carácter parasitario.

De alguna forma el Estado somocista articulaba a esas clases dominantes no solo desde el punto de vista represivo, su faceta más conocida. También desde la década del cincuenta había impulsado obras públicas (construcción de carreteras, energía, irrigación, etc.) junto a la prohibición de sindicatos y a la coacción directa de les trabajadores para garantizar el régimen de acumulación.

Era- como dice Vilas - el estado de la familia Somoza, pero fue también, a su manera, el estado del Capital.

Parafraseando a Gramsci se podría decir que la sociedad civil era gelatinosa y el estado lo era todo.

El proceso revolucionario.

El Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) nació en 1961 siendo, como tantas guerrillas, hija dilecta de la revolución cubana. El éxito de esta última había llevado a muchos revolucionarios a intentar "ser calco"........

© La Haine


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