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Vidas que valen menos que otras: legado histórico del terrorismo sionista

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17.07.2024

El sionismo en el origen de la violencia y del terrorismo

Habiendo asesinado a cerca de cuarenta mil palestinos, los responsables del gobierno israelí aseguran que son inocentes, que los bombardeos no son culpa de ellos, que no fueron ellos quienes comenzaron esta guerra, que la violencia fue desatada por el terrorismo palestino. Cuando escuchemos algo así, que no se nos ocurra guardar silencio. Alcemos la voz y recordemos la historia.

Que no se nos olvide que el primer grupo terrorista importante de la región fue el sionista Irgún con sus numerosas acciones sangrientas entre 1931 y 1948. Estas acciones incluyeron múltiples matanzas de civiles cuyo único delito era ser musulmanes. La última gran hazaña del Irgún ocurrió en 1948, en la aldea palestina Deir Yassin, donde los paramilitares fueron casa por casa para masacrar metódicamente a los habitantes, entre ellos mujeres, niños, bebés y ancianos. Hubo más de cien muertes de acuerdo a los cálculos moderados aceptados por los historiadores israelíes.

Pocos meses antes de la matanza en Deir Yassin, el Irgún y otros grupos armados sionistas, como Palmaj y Lehi, no sólo arrasaron las aldeas palestinas entre Jerusalén y Tel Aviv, sino que perpetraron varias acciones terroristas con las que de algún modo establecieron las reglas de interacción violenta en el conflicto israelí-palestino. El 12 de diciembre de 1947, veinte personas murieron por la explosión de un coche bomba instalado frente a la Puerta de Damasco en Jerusalén. El 4 de enero de 1948, en el Ayuntamiento de Jaffa, un camión con explosivos mató a quince personas más. Después hubo más de veinte muertos en el Hotel Semiramis, en Jerusalén, entre el 5 y el 6 de enero. Al día siguiente, en la Puerta de Jaffa de Jerusalén, se asesinó a 16 civiles palestinos que esperaban su autobús. Otros sesenta fueron asesinados en Sasa, en Galilea, el 15 de febrero, y siete más el 18 de febrero en el Mercado de Ramla. Poco después, en Haifa, una bomba dejó treinta cadáveres tendidos en el suelo de un garaje.

Los ataques sionistas de los primeros meses de 1948, ataques dirigidos mayoritariamente contra civiles palestinos, fueron el sangriento parto del Estado de Israel proclamado el 14 de mayo del mismo año. Es verdad que la sangre suele correr en los partos de nuevas naciones. Muchos países nacen ensangrentados, pero por lo general a causa de sus propias heridas, marcas de gestas heroicas en el curso de guerras de liberación contra metrópolis fuertes dominantes. No fue el caso de Israel, cuyo nacimiento bastante peculiar, antes de la guerra con sus vecinos, consistió sobre todo en acciones armadas contra palestinos desarmados.

El mensaje del terrorismo sionista, un mensaje demasiado claro, fue recibido y comprendido por los palestinos y primeramente por los familiares y los amigos de las víctimas de las acciones terroristas. Hay que insistir en que estas acciones marcan el principio de la historia del terrorismo en el conflicto israelí-palestino. En este conflicto, los primeros terroristas fueron los israelíes. Fueron ellos quienes les enseñaron el terrorismo a los palestinos.

Las víctimas, ¿israelíes o palestinos?

Habrá quienes objeten que los palestinos fueron los primeros que ejercieron la violencia contra civiles judíos, en 1929, cuando mataron a veinte en Safed y a 67 en Hebrón. Esto es verdad. Las dos matanzas de Safed y Hebrón, que incluso podrían ser ya categorizadas como acciones terroristas, ocurrieron en el contexto de la Sublevación de Buraq. Sin embargo, para completar la imagen del contexto y tener una visión más clara sobre lo que sucedió en él, habría que agregar, por un lado, que la violencia fue recíproca y que la sublevación produjo prácticamente el mismo número de........

© La Haine


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