¡Que viene el coco!
Hubo una época en Cuba en la que a los niños se les metía miedo con tal de que terminaran la comida en el plato con aquello de «cómetelo todo, mira que viene el coco». El coco había sustituido al lobo de los cuentos infantiles, nunca supe muy bien por qué… Coco es también uno de los diminutivos que en Francia se usa para nombrar a los comunistas. En Cuba llegó el coco y mandó a parar; desde hace mucho nadie utiliza el término con la antigua idea de incitar a los chamacos desganados a comer, porque en Cuba desde 1959 no hay con qué alimentarse, y para colmo todo mete miedo. No es necesario reclamar por el coco, ni a amenazar a nadie con el coco, el coco se amparó de la isla y la habita de cabo a rabo. El país entero es un gran coco en forma de caimán.
Hace poco vi unas imágenes de Luyanó, un barrio cercano a otro llamado La Víbora. Antes había un chiste que decía: «¿Sabes cómo le dicen a Castro?» Entonces la otra persona se quedaba en blanco, o sea, sin saber, aunque también a eso se le nombraba quedarse en Blanco y Trocadero, otras dos calles habaneras, de modo que también........
© La Gaceta
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