Ni la culpa es de Putin ni los separatistas son fascistas
Si las instituciones catalanas pudieron dar un golpe de estado en 2017 no fue porque las manejara Putin ni por una torva conspiración de la extrema derecha europea. Si el separatismo catalán intentó romper la nación española en 2017 fue porque el propio Estado le había entregado todo el poder desde cuarenta años atrás. La culpa no fue de Putin. Fue de la propia democracia española.
Es prodigiosa la capacidad de nuestros opinadores para mirar a otra parte cuando alguien mueve el señuelo adecuado. Veamos. Ciertamente, no cabe dudar de la instrucción judicial. Lo de la «pista rusa» es perfectamente verosímil. No tanto por los rusos como por los separatistas. Estamos hablando de una gente capaz de emplear ingentes fondos públicos en demostrar que Cervantes y Santa Teresa de Jesús eran en realidad catalanes. ¿Qué tendría de extraño que esa misma gente haya acudido a pedir ayuda a cualquiera de las terminales paralelas del Kremlin, que los rusos hayan visto aquí una excelente oportunidad para hacer daño en un país de la OTAN, que hayan prometido a los separatistas el oro y el moro y que estos se lo hayan creído todo? Claro que es perfectamente posible. Pero es que esa misma gente, los separatistas, también vienen siendo jaleados desde hace años por todas las factorías del globalismo occidental, tan interesadas como Putin (o más) en disolver la potencia de los viejos Estados-nación europeos.........
© La Gaceta
visit website