Ni chicha ni limonada, la razón del fracaso de la oposición boliviana
“No se puede lograr cambiar el país con los mismos de siempre”. Ese fue el principio que guió la campaña de Javier Milei, que derrotó al peronismo argentino, aliado del Socialismo del Siglo 21, representado por Sergio Massa.
Ya alguna vez se dijo que no se puede obtener resultados diferentes haciendo más de lo mismo; pero tampoco se puede cambiar la conducta de la gente si se opera en el mismo sistema. Para combatir la corrupción precisamente se debe cambiar el sistema, solo así se logra modificar la conducta humana y, por tanto, el resultado.
La unidad de la oposición debe darse alrededor de un objetivo central y estratégico: derrotar al MAS en las próximas elecciones generales de 2025. Ello para recuperar la independencia y la libertad de Bolivia. Por tanto, la candidatura opositora debe ser la que garantice ese resultado, siendo instrumental al objetivo buscado. No el objetivo mismo.
La unidad alrededor de una candidatura en sí no es condición suficiente para ganar la elección. Se necesita un cierto tipo de candidato. Y resulta que la oposición actual pareciera ya insuficiente e inadecuada para lograr........
© El País
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